En realidad, una parte de ese escenario puede ser evitada con austeridad, que significa hacer lo mismo o más en servicios, pero a un costo menor. Y la otra parte de esa medicina puede o no tener sabor amargo, dependiendo de cómo se instrumente y, sobre todo, si logra desembocar en un sendero de crecimiento, tras cuatro años de virtual estancamiento. Con expansión del PIB a partir del segundo semestre del 2016, será más fácil y menos traumático absorber los costos de la hipoteca. La región no admite hoy el término medio: con buenas políticas se puede crecer en forma moderada, al 3 % anual, como lo hacen Chile, Perú y Colombia o, por el contrario, entrar en un círculo vicioso como el de Brasil, cuyo PIB se contrae al 3 % anual.
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