Hay varios factores que permiten apostar por un escenario más positivo para la etapa 2017/19, sea por el contexto regional e internacional, los aprendizajes de gestión desde 2015 y también por los incentivos comunes de una gama amplia de gobernadores en línea con la Administración nacional. Para que ocurra lo contrario, tendría que darse una feroz tarea de obstrucción legislativa, desplegada por un peronismo unificado bajo el liderazgo de la ex presidenta. O suponer que la resolución de los desequilibrios macroeconómicos que subsisten sólo habrá de lograrse a través de una nueva crisis, con ajuste violento de las variables. No parece haber tanto sustento para imaginar ese tipo de desenlaces, aunque eso no implica que la tarea del gobierno nacional carezca de desafíos.
Descarga de documentación Arranca la fase dos de la gestión Macri; ¿mejor o peor que la primera? |