Hay fases de la crisis en las que el péndulo parece llevar a la certeza de una salida inflacionaria, lo que acentúa la debilidad del dólar e impacta positivamente en el precio de las materias primas, desde el petróleo a la soja, pasando por el oro. El fenómeno es complejo, aunque en forma simplista ha sido bautizado como la "guerra de monedas", porque su aspecto más visible es la caída de la paridad de la moneda norteamericana frente al resto de las divisas. Pero si el péndulo se mueve hacia el extremo opuesto, entonces pasa a predominar el temor a un default en la periferia de Europa, lo que acarrearía una nueva contracción crediticia, riesgo que genera un "vuelo a la calidad" que- al revés del cuadro anterior- impulsa el dólar a la suba, con retroceso en el precio de las commodities.