Para que el deterioro de las expectativas no se profundice, debería ganar terreno la opción del “default transitorio”, que desemboque en un canje de deuda con el total de los holdouts a principios de 2015. Esto incluso abriría la puerta a una “solución privada” antes de esa fecha. Sin embargo, acechan riesgos, tanto por nuevas acciones legales en Nueva York de parte de los acreedores, como por la tentación local de intentar un cambio de domicilio de la deuda, para concentrarla en la jurisdicción Buenos Aires.
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