Dada la historia, recurrir al FMI tiene costos políticos, que la parte de la oposición que no tiene la responsabilidad de pagar sueldos a fin de mes se ocupará de vociferar, en un rol cada vez más cerca del "cuanto peor, mejor". Esto pese a que su "preocupación", la expansión de la deuda pública, ahora estará bajo control. En cambio, aquellos que administran provincias y municipios difícilmente tomen este camino, y su peso es determinante.
Descarga de documentación Dos crisis parecidas, una llevó al cepo (2011) y la otra al FMI (2018) |