Seguramente hubo error de cálculo de parte de la empresa brasileña, pero la reacción argentina debería reconocer que las condiciones para invertir hoy en el país no son las mejores, y que si se aspira a revertir este cuadro de situación, uno de los requisitos ineludibles pasa por no agotar la "paciencia estratégica" con la que Itamaraty ha venido absorbiendo las recurrentes desencuentros entre los dos principales socios del MERCOSUR.
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