Frente a este cuadro de situación, es clave lograr que el inevitable ajuste de corto plazo por el que estamos atravesando desemboque en mayores incentivos a la inversión, de modo que la oferta pueda reaccionar positivamente en el mediano plazo. Pero si el diagnóstico que se realiza a nivel oficial es que el problema está del lado de una demanda insuficiente, entonces se corre el riesgo que la solución de fondo (inversión y productividad) demore más tiempo en llegar.