La experiencia que está iniciando Michelle Bachelet en su segundo mandato presidencial en Chile será, en ese sentido, un laboratorio de suma utilidad para la Argentina. Más todavía por el énfasis que se dará a la educación como instrumento de igualación de oportunidades y por la búsqueda de diversificación productiva, para hacer a su economía menos dependiente del cobre, pero sin renegar del aporte del metal, que representa el 50 % de las exportaciones del país. Además, todo indica que Chile apuntará a ser la bisagra entre México y Brasil a través de posibles acuerdos entre la Alianza del Pacífico y el MERCOSUR, un camino que obligará a la Argentina a apurar decisiones en materia de integración comercial.
Descarga de documentación El viento fresco que sopla desde el Pacífico |