María Laura Caullo y Azul Chincarini Meses antes de la declaración de la pandemia del coronavirus y del primer caso de COVID-19 registrado en Argentina el día 3 de marzo, el sector prestador de salud no estatal cordobés se encontraba resistiendo y al borde colapso. El índice de costos e ingresos elaborado por IERAL, presentado en esta oportunidad, describe la situación del sector para los primeros tres meses del 2020, los cuales caracterizan un panorama previo a las estrictas medidas de confinamiento social adoptadas en Argentina y al impacto del agravio de la crisis por el coronavirus. Los componentes que integran al índice de costos sanatorial fueron especialmente influenciados por las medidas adoptadas por el nuevo gobierno luego de asumir mandato a finales de 2019. En este sentido, la Inversión en Tecnología e Infraestructura padeció el impacto del impuesto PAIS, teniendo una variación del 26,5% con respecto al trimestre anterior. Los Costos Laborales fueron impulsados especialmente por la obligación a pago de bonos no remunerativos en cada uno de los meses que integra el trimestre, presentando un aumento del 11,7%. Luego, Servicios Públicos sólo aumentaron un 5,3% debido al congelamiento de tarifas por 180 días. Por último, el componente Materiales e Insumos médicos y no médicos (el cual no incluye a los insumos COVID-19) registró un incremento del 10,2% con respecto al cuarto trimestre 2019. Frente a un leve aumento del 6% de los ingresos, los costos se acrecentaron el doble (12,3%) y la brecha entre ambos se elevó al 40%. La situación es preocupante para los prestadores de salud de gestión privada, parte del elenco protagonista de la pandemia. |
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