María Laura Caullo y Azul Chincarini
El Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio que comenzó a regir a partir del 20 de marzo en Argentina, no solo propició una postal de calles vacías, sino también de las clínicas y sanatorios privados, cuya situación se vería aún más complicada por el incremento en los costos que debieron enfrentar.
El presente trabajo tiene el objetivo de dimensionar el impacto del confinamiento social durante los meses de marzo, abril y mayo 2020 a partir de los resultados de la Encuesta de Actividad del Sector Prestador de Salud No Estatal cordobés realizada a 15 clínicas y sanatorios que agrupan más del 25% de las camas totales de la provincia y el 20% del personal en relación de dependencia registrado en el rubro de la salud. Se revelaron 10 estudios y prácticas, donde todos ellos presentan declives de actividad en los meses considerados de 2020 respecto al mismo periodo del año 2019. La caída de actividad del sector en términos interanuales en el mes de marzo fue del 24%, en abril del 70% y en mayo del 69%.
Además, se presenta la evolución del Índice de Costos y de Ingresos del sector prestador de salud no estatal en la provincia de Córdoba para el tercer trimestre de 2020. Adicionalmente, se construyeron escenarios para el Índice de Costos según la inclusión o no de ATP y/o de una canasta de insumos médicos de COVID-19, con el fin de esbozar distintas situaciones en las que el sector podría estar inmerso. En un escenario inicial, donde se consideran los ATP, pero no la canasta de insumos exclusiva por COVID, el Índice de costos presenta una brecha del 29% contra los ingresos. Un segundo escenario, el observado en la realidad, en el cual se consideran los ATP y los insumos relacionados al Coronavirus la brecha fue del 34% en el trimestre. El tercer escenario, el cual refleja una situación sin pandemia, es decir, que ninguna de las variables mencionadas es tenida en cuenta, conduce a una brecha del 52%, poniendo de manifiesto la necesidad de asistencia que requiere el sector. Finalmente, la última simulación representa el impacto de la pandemia con la suba de los precios de los insumos COVID-19 pero no incluye la asistencia estatal por medio de ATP. En este caso, se produce una brecha del 57% frente a los ingresos para el tercer trimestre del año.
En cuanto a los componentes del Índice de Costos, Servicios Públicos sufrió un aumento del 5,8%, acumulando un 15,8% durante el año. Inversión en Tecnología e Infraestructura percibe un incremento del 8,1% y un acumulado del 50%. Las Erogaciones Laborales considerado los ATP, aumentan un 5,5% y caen un 25% en la variación acumulada. Las mismas métricas para el caso en donde se excluyen los ATP, resultan del 6,3% y del 11,6% respectivamente. Finalmente, Materiales e Insumos excluyendo la canasta COVID-19, experimenta un aumento del 3,3% y un acumulado del 31,9%. Los mismos guarimos incluyendo la canasta de bienes relacionados con el coronavirus resultan en un descenso del 5,8% con respecto al segundo trimestre, explicado por una normalización de la demanda de estos bienes; y una variación acumulada del 42,6%.
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