Un instrumento de intervención que ha aplicado el gobierno desde el año 2002 es el esquema de derechos de exportación diferenciales, que grava con mayor fuerza la exportación de commodities agrícolas y con menores alícuotas sus productos derivados.
A partir del mencionado diferencial en el nivel de las alícuotas (de 15 puntos porcentuales o más en algunos casos) y por la presencia de las limitaciones cuantitativas a la exportación podría inferirse a priori que existe un fuerte incentivo a la transformación de estos granos en derivados y que se está en presencia de una política que promueve la exportación de productos que utilizan cereales como materia prima.
En este documento se presentan los resultados de una estimación del efecto que genera este esquema sobre dos productos particulares: los copos de maíz y las barras de cereales. El resultado principal al que se arriba es que a contrario sensu de la presunción general, el esquema de derechos de exportación diferenciales (tal como se lo aplica en la actualidad) está desincentivando la producción y exportación de estos derivados.