Por José María Rodríguez
En la matriz energética de la Argentina predominan de los hidrocarburos, donde el gas natural y el petróleo contribuyen con el 89,3% de la producción total de energías primarias del país, y están en el centro de un cambio en la estrategia de política, pasando del autoabastecimiento hacia el mercado de exportación.
La producción de hidrocarburos presenta una dinámica marcada por una tendencia decreciente en el convencional, un significativo incremento de la producción no convencional, un mayor dinamismo de la producción de petróleo con relación a la del gas natural y el predominio de la cuenca neuquina, que lidera los cambios que se evidencian en la producción tanto de gas como de petróleo.
En los primeros siete meses del 2024, la producción de gas natural aumentó el 5,9% respecto al mismo período del año anterior, con incremento del 16,3% en la producción de gas no convencional (shale & tight). En julio del 2024 la producción total alcanzó los 151,8 MMm3/día, siendo 9,8% superior al mismo mes año anterior.
La producción de petróleo aumentó 8,9% en el año 2023, explicada por un incremento del 25,2% del no convencional (shale & tight). En el período enero/julio del 2024, la producción total promedio diaria fue de 109.298 m3/día, un 8,4% superior al mismo período del año anterior. Este incremento en la producción tuvo orientado en gran medida al mercado externo.
La provincia de Neuquén mostró una extraordinaria expansión en la producción de hidrocarburos, que la llevó a incrementar significativamente su participación en la producción total, alcanzando el 69% de gas natural y el 57% del total del petróleo producido en el país.
El balance comercial energético presenta un marcado cambio de tendencia. Comparando los primeros siete meses del 2024, con el mismo período del 2023, las exportaciones aumentaron el 28,9%, en tanto que las importaciones cayeron un 51,3%, originando un superávit comercial de USD 2.972 millones en el período enero-julio del 2024. Es de esperar que, en la segunda mitad del año, las exportaciones reduzcan la tasa de crecimiento y las importaciones tiendan a incrementarse, como resultado de la recuperación del nivel de actividad económica interna.
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