Gustavo Reyes y Jorge Day
Este ha sido un año atípico, comenzando con una fuerte caída de ventas, debido a la merma en el poder de compra luego de la devaluación, continuando posteriormente con una gradual recuperación económica.
Esta situación atípica ha generado dos tipos de datos. Los que miden variaciones interanuales muestran notorias caídas, señal de haber bajado un escalón en las ventas, mientras que los datos mensuales sin estacionalidad aparecen positivos, indicio de la recuperación.
En líneas generales, a nivel productivo, Mendoza no le fue tan mal como al país, en buena parte por el menor impacto negativo padecido por la industria nacional sustituta de importaciones, y por una mayor cosecha de uvas, que permitió elaborar más vinos, aunque sólo se vendió mas a granel y mostos, a precios más bajos.