Panorama económico en Río Negro y Neuquén
Jorge Day
Síntesis: a nivel nacional, luego de la fuerte caída, la actividad económica se ha ido recuperando, gracias a las menores restricciones para moverse (con la excepción en vuelos, principalmente internacionales), y a un impulso público, usual en un periodo electoral. También contribuye el empuje del sector exportador, con buenos precios en los principales commodities que exportan. Aun así, surge la preocupación de si la economía comienza a estancarse, dado que el poder adquisitivo de la población le cuesta mejorar, y una incertidumbre que no alienta a las grandes inversiones.
Las dos provincias a analizar presentaron una dinámica similar a la Nación (caída y recuperación). En ambas la recuperación ha sido más lenta; no pudieron aprovechar las mayores exportaciones pampeanas. Por el contrario, en la primera mitad de este año, la actividad frutícola ha sido menor, con menores ventas y exportaciones.
Por otra parte, Neuquén se vio muy afectada por la pandemia, cuando a mediados de 2020 había disminuido fuertemente el precio del petróleo y también su extracción. Sin embargo, posteriormente los niveles de esta actividad han venido mejorando (hecho que se nota mucho menos en otras provincias productoras), y también sus precios, lo cual contribuirá a una mayor recuperación de su actividad.
El turismo continúa siendo una de las actividades más afectadas, especialmente en aquellos lugares que reciben más extranjeros (con mayor capacidad de gasto), como Bariloche. Aunque ya hay algunos vuelos, todavía la cantidad es limitada.
En cuanto al mercado interno, hay dos miradas. Hay una recuperación en las ventas, comparadas con un mal 2020. Sin embargo, siguen siendo inferiores a los niveles de hace tres años atrás. En autos se vende menos de la mitad. En supermercados, las caídas son menores, pero aun así preocupan. El menor poder adquisitivo de la población, junto con los menores créditos, juegan en contra del sector comercial.
En construcción, se están revirtiendo un par de tendencias observadas durante 2020. En ese año, la obra pública se había reducido fuertemente, debido a las complicaciones financieras de los gobiernos, mientras que ahora se recuperan en un año electoral. Por el lado privado, tampoco le ayudó los menores salarios y créditos. Sin embargo, los bajos costos en dólares blue había generado oportunidades para la construcción privada; en este año esos costos han aumentado; se sigue construyendo, pero aminora su ritmo.
Perspectivas para la segunda mitad de 2021: en pleno periodo electoral, con posible impulso fiscal para movilizar la actividad económica (aunque los recursos públicos no abunden). Además, un dólar oficial que se rezaga puede mejorar levemente el poder de compra de los asalariados, que puede favorecer las ventas en el mercado interno. Los pronósticos nacionales han mejorado en materia de crecimiento.
A nivel regional, se observa el mayor dinamismo petrolero en Neuquén, con mejores precios, y el impulso Vaca Muerta. No sin sus dificultades, entre las cuales la presencia de la brecha cambiaria, que desalienta a las exportaciones.
Para exportaciones, en frutas la mayor parte se vende en la primera mitad del año, debiendo esperar para la próxima temporada. Cabe agregar que sigue habiendo fuerzas contradictorias. A favor, los costos argentinos en dólares no son altos y el mundo continúa recuperándose (especialmente Brasil). En contra, además de la incertidumbre macro, está la evolución del dólar oficial, con el temor de que se quede atrás con respecto a la inflación, especialmente si ésta se acelera.
En materia de turismo, todavía siguen las restricciones para el turismo extranjero, haciendo más lenta de este sector, lo cual impactaría especialmente a algunos lugares de Río Negro.
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