Síntesis: En un 2017 de bajo crecimiento económico, se espera un buen año para la Construcción. Luego de un mal inicio en 2016, se observó una recuperación en la segunda mitad de ese año y continúa en los comienzos del actual.
En 2016 hubo varios factores que le jugaron en contra. Del lado privado, la devaluación de fines de 2015 deterioró el poder de compra de la población, y se elevaron las tasas de interés. Del lado público, no hubo elecciones, y además las finanzas públicas se complicaron mucho a fines de 2015, lo cual obligó a una política fiscal moderada, reduciendo los montos para obra pública.
Para 2017 se revertirían las fuerzas negativas, al menos las vinculadas a la obra pública. Es un año electoral que, aunque sea legislativo, sería relevante desde una perspectiva política, y además se cuenta con mayor financiamiento. El Presupuesto Provincial prevé un mayor gasto en obras, y ya se está observando esa tendencia en las cuentas del primer trimestre.
Hay algunas dudas por el lado privado. El dólar estancado y los créditos hipotecarios empujan. Pero la actividad económica crece muy lentamente, y se mantendrían altas las tasas de interés, como medio para controlar la inflación. interno.