Editorial Mendoza
Terminando el año
Además, en este informe
Mendoza Global y Sectorial en Detalle
Por Jorge Day y Gustavo Reyes
El Síntesis: a nivel nacional, un mejor 2022, aunque con signos de estancamiento en los últimos meses. En ese contexto, luego de la pandemia, Mendoza se ha recuperado a un menor ritmo que el país. Sectorialmente, se explica por una performance relativamente pobre en extracción de petróleo (a diferencia de Neuquén con Vaca Muerta), industria (refinación y vinos) y agro (cosechas bajas).
En cuanto a las fuerzas que mueven la actividad económica, el motor privado contribuyó en parte, con incrementos en empleo y más leve en salarios (netos de inflación). En cambio, perdió fuerza el motor externo, al caer el poder de compra de los exportadores, no por menores ventas, sino por un dólar oficial que se ha atrasado.
Para 2023, se espera que la economía continúe estancada (en un contexto con riesgos inflacionarias y cambiarios). Dado el bajo desempleo, es difícil crecer sin aumento en el stock de capital y en tecnología, pero no están dadas las condiciones macroeconómicas. para un boom de inversiones.
Tampoco habría fuerza en los motores internos y externos (continuaría el dólar rezagado), a lo cual se suma la sequía en la región Pampeana y los daños de las heladas en Mendoza.
A favor, está la esperanza de un cambio en el rumbo económico a partir de 2024, luego de las elecciones. No sería un cambio sencillo, pero se mantiene la potencialidad provincial y nacional.