Gustavo Reyes y Jorge Day
Para el agro mendocino, el 2020 no fue un buen año en términos globales, pero ha sido heterogéneo por cultivos. Mal en uvas (menor cosecha y bajos precios) y mejor en ciruela y ajos (mayores cosecha y precios). En exportaciones, en general se vendió mayor cantidad a menor precio.
En uvas le jugó en contra los altos stocks de vinos, que redujo sus precios y consecuentemente también los de las uvas. En duraznos y peras, hubo mayores precios, compatible con la menor cosecha. En cambio, los mayores precios en ciruelas y ajos se explican por mayores precios pagados por Brasil.
Para 2021, en uvas se espera menor cosecha, y junto con los bajos stocks vínicos, es posible que repunten sus precios. En duraznos se espera mayor cosecha (y menores precios) y a la inversa con las ciruelas. Para los productos exportables, le jugará en contra un dólar oficial que se iría rezagando con respecto a la inflación.