Comparado con la situación a fines de 2015, Mendoza presentó un peor desempeño, explicado en parte por problemas actividades regionales y por la pesada herencia fiscal. Pero en la primera mitad de este año se ha notado una recuperación. Entre los factores que han jugado a favor están el agro (mayor cosecha de uvas, después de una muy mala temporada en el año anterior), construcción (con el empuje de las obras públicas y los préstamos hipotecarios) y financieros (recuperación de préstamos). En Comercio, los aumentos de las ventas de autos 0 Km habrían compensado la disminución en las típicas ventas (minoristas, supermercados, centros comerciales). Las malas noticias estuvieron en extracción y refinación de petróleo (que padece la problemática nacional del sector), vinos (aunque mejoró la producción, ha caído fuertemente las ventas). Hubo caída en el consumo eléctrico, explicado más por la menor demanda por parte de empresas petroleras, pero ha habido mayor consumo residencial. Desde la perspectiva del gobierno, debe recordarse que la actual administración asumió con una pesada herencia fiscal, obligándolos a ser muy moderados en el gasto público. Aunque le jugó en contra a la actividad económica mendocina, a favor debe mencionarse que el gobierno provincial recuperó su capacidad de pago. En lo que va de este año, ha podido incrementar la obra pública. En este sentido, Mendoza ha presentado mejor gestión ante un contexto complicado (fiscal y de actividad económica). No fue así en otros casos, como Santa Cruz. En los periodos de bonanzas tuvo fuertes aumentos de gasto público, complicando sus finanzas gubernamentales, y a eso se le sumó el fuerte revés en su principal actividad (petróleo). En este caso da la impresión que el gobierno se ha visto sobrepasado en estos problemas, y no ha logrado revertir su mal momento. |
|