Este año ha sido complicado para muchos sectores productivos en el país, especialmente en aquellos que destinan sus ventas al mercado interno, más empobrecido luego de la gran devaluación. Afortunadamente, hubo sectores exportadores que han podido compensar en parte esta situación. La industria del vino es una mezcla de ambos, por lo cual ha presentado fuerzas contrapuestas. En algunas bodegas su situación ha mejorado, y en otras se le ha complicado notoriamente.