A partir de los resultados de las PASO, se despertó la ansiedad argentina por cubrirse en dólares. Y para evitar una nueva devaluación y una sangría de dólares del Banco Central, se recurrió a restringir la compra de dólares. Aunque todavía hay indefiniciones sobre la política económica que regirá a partir de Diciembre, es bastante probable que el control de cambios se mantenga, y en ese sentido, surge el interrogante de qué podemos esperar para el futuro en materia de actividad económica, con un sesgo mendocino.
El impacto sobre la actividad económica debiera ser heterogéneo, perjudicando a exportadores y favoreciendo en parte al mercado interno. Para corroborar esta hipótesis, tomaremos como referencia una experiencia reciente, la del cepo cambiario, implementado a fin de 2011. Aunque hay diferencias (el cepo fue más restrictivo), nos resultará útil para pensar el escenario post-electoral.