Jorge Day y Gustavo Reyes
Es frecuente escuchar opiniones pesimistas sobre nuestro país, y hay hechos que lo convalidan, como la retirada de varias empresas extranjeras en estos últimos años. Por otro lado, si no fuese por el impacto Covid en el mundo, posiblemente sería mayor la emigración de argentinos hacia otros destinos.
En este contexto de pesimismo, aparece la propuesta del Mendoexit, algo que también ocurre en otras provincias. Jurídicamente, esta propuesta debe tener varios obstáculos. Nuestro planteo es económico. Se comprende la indignación mendocina por haber sido diferenciados negativamente por la Nación desde hace varias décadas, y peor con un futuro gris (si no es negro) para la economía argentina. Sin embargo, nuestra localización geográfica juega en contra de ese sueño.