El año 2019 será un año contractivo para la economía a nivel nacional. Si bien la estructura productiva de Santa Fe presenta mayor posibilidad de compensar parte de la caída en la demanda interna, sobre todo en la industria elaboradora de alimentos, hay factores que reducen dicha posibilidad.
Por un lado, la caída en los precios de la producción agrícola y la incertidumbre respecto de las principales variables macroeconómicas, limitarán el impacto indirecto de la producción agrícola nivel provincial y la actividad de la industria oleaginosa. Por el otro lado, la disponibilidad de materia prima se constituirá en un desafío al momento de aprovechar plenamente la oportunidad que ofrece el mercado internacional a la producción de carnes y lácteos.