En las provincias de la región NEA, especialmente debido a su relación con las economías de Brasil y Paraguay es posible observar los efectos en el turismo, comercio fronterizo, comercio exterior, ahorristas e inversiones en la economía real. De esta manera, si bien este escenario tiene un aspecto positivo en el impulso en el corto plazo del turismo doméstico y receptivo y las compras en las localidades argentinas fronterizas, genera también fuertes desincentivos a la inversión tanto para el turismo, como en el sector exportador y especialmente a la inversión extranjera en el país.