A partir del anuncio del gobierno en dar comienzo una flexibilización administrada, se observa un salto en los indicadores económicos a partir del mes de mayo, situación esperada después de una caída tan significativa. De esta manera, el estado actual de la economía inicia una leve recuperación, sin embargo, aún existen incertidumbres con respecto de cómo va a ir evolucionando el mismo, las políticas que tome el gobierno, y de cómo la sociedad haga frente a las disposiciones asignadas.
Además de este elemento externo, hay muchos factores por detrás que sostienen esta dificultad económica: endurecimiento en las restricciones cambiarias, nuevos términos de la reestructuración de la deuda, caída en la recaudación tributaria como consecuencia de la recesión, emisión monetaria para hacer frente a los gastos en el sistema de salud y un incremento en la tasa de inflación esperada como consecuencia de la ampliación de la base monetaria y la baja demanda de dinero existente.
En medio de este contexto, es preciso adelantar que los indicadores más relevantes para evaluar la coyuntura de la región NOA, continúan sin mostrar algún signo de recuperación en el comparativo acumulado anual, profundizándose aún más los efectos visualizados en informes anteriores.