Juan Lucas Dapena
El desarrollo del primer semestre de 2021 plantea un escenario con muchas inquietudes al tener en cuenta distintas aristas como ser la evolución de la pandemia, el ciclo político electoral de 2021, y la obtención de algunas mejorías a medias para la región.
Si bien es posible observar situaciones de mejora en algunos indicadores como ser los referentes al sector de la construcción, inmobiliario y automotriz, es difícil calificar la evolución de la economía regional como positiva.
Siendo optimista, se puede mencionar que se avizoran signos de recuperación tras los efectos arrojados por los inicios de la pandemia en 2020. Pero, muchos de ellos solo reflejan un principio de regreso a la normalidad y no un proceso de crecimiento. Lo planteado se puede observar al detallar que la mayoría de los sectores evaluados en el presente informe obtuvieron resultados que no distan mucho de los del año 2019.
En vista de una vuelta a su estado prepandemia para los tres sectores mencionados, es preciso recordar cuál era la situación por la que se venía atravesando en 2019: tendencia a la baja en las transacciones y montos promedios en términos reales de inmuebles; en los consumos por bolsas y a granel de cemento; y en los patentamientos de auto y motos.
En tanto que el sector turismo, continúa operando bajo un escenario complejo y dependiente de la evolución de la pandemia.