En este contexto, el alto nivel de incertidumbre y el riesgo dispuesto a asumir en los últimos tiempos, genera que no exista un techo previsible para los indicadores mencionados; haciendo que todo se resuma en la confianza que inspire el próximo gobierno.
Los sectores más afectados durante el tercer trimestre del 2019 para la región NOA, fueron el de la construcción y el automotor. En ambos sectores, hasta el tercer trimestre del 2019 no se registró una variación positiva con respecto al 2018.
Particularmente, la provincia de Salta registró un incremento en los niveles de desocupación, tasa de actividad e informalidad. Las ventas en supermercados cayeron en un 12 % en términos reales, las compra-ventas de inmuebles en un 15,3%. El nivel de actividad económica arrojo una caída del 11,3% promedio. El único indicador con resultados favorables fue el sector turismo.
En cuanto a las condiciones de vida, la evolución en términos generales fue más que negativa. Salta en el primer semestre del 2019, se encuentra por encima de la media registrada para la región NOA y el total de aglomerados del país en materia de pobreza por hogares y personas. En lo que respecta a indigencia, la provincia muestra el peor escenario de la región.