Cuando las cosas van bien, los políticos a cargo resaltarán la gestión, mientras que será el contexto o la herencia lo que explique la realidad cuando el rumbo resulte negativo. El prisma de la oposición será el inverso, por supuesto. La verdad, la mayoría de las veces, estará en una zona más gris. Pero lo relevante es que las tres cosas importan. Por eso, muchas veces, una misma política puede producir resultados diferentes, si las condiciones iniciales o el contexto han cambiado respecto de la experiencia previa.