Es suficiente oxígeno como para que la política fiscal no cambie su sesgo contractivo, por un gasto que evoluciona por debajo de los ingresos y para que la política monetaria continúe con la tarea de retirar pesos de la economía, a través de la venta de dólares, que por el momento tiene menos efectos colaterales negativos que expandir el stock de Lebacs. El timón de la política económica luce mucho más firme que a fin de 2017 aunque, por supuesto, el contexto internacional obliga a no descuidarse.
Descarga de documentación Pese a la inflación, se amplía el horizonte de la política económica |