Así, “corriendo el arco”, se podría relajar la política monetaria y bajar un par de escalones las tasas de interés. Sin embargo, por un lado, los sindicatos no se dejarían engañar, ya que los salarios compiten con el índice pleno de inflación, siendo los sueldos el precio que más pondera en la economía. Por otro lado, relajar la política monetaria en este momento tampoco garantiza un nivel de actividad más pujante. Brasil intentó ese atajo entre los años 2012 y 2014, llevando la tasa real a sólo 2 % anual, y lo único que logró fue sentar las bases de la peor recesión de décadas, con una caída acumulada del PIB de casi 8 % entre 2015 y 2016.
Descarga de documentación Pese a los malos datos, el Central está obligado a ratificar las metas de inflación |