Para los miembros de la oposición o del oficialismo que se presumen con chances presidenciales para 2015, recibir un Banco Central sin poder de fuego también sería negativo, al limitar las opciones para encarar los desafíos de ese momento. El problema está en que, mientras subsistan los controles cambiarios, cualquier política que intente estabilizar el nivel de reservas deberá apoyarse en un ajuste significativo de las importaciones, sinónimo de una recesión. Para evitar ese extremo, la Argentina podría usar como referencia la experiencia de Brasil en 1999, cuando el tipo de cambio fue de 1,20 a 1,90 reales por dólar en un régimen de flotación y el PIB y el empleo pasaron a recuperarse rápidamente y en forma significativa. El secreto brasileño de entonces fue lograr el retorno de los capitales al país, lo que evitó un ajuste mayor.
Descarga de documentación ¿Puede evitarse que las reservas sigan cayendo? |