Así, deberían ser los propios acreedores los que soliciten a Thomas Griesa, en la reunión convocada para este martes 22, que reponga la cautelar para que los bancos agentes de la Argentina paguen el vencimiento de 539 millones de dólares del bono discount antes del 30 de julio. Superado ese escollo, habría tiempo para preparar un plan de pagos para principios de 2015, evitando de ese modo nuevas demandas, basadas en la cláusula RUFO. En caso que la reunión del martes no depare novedades significativas, entonces el gobierno pondría en marcha el “Plan B”, el llamado “default controlado”, que consistiría en incumplir los vencimientos de Nueva York, pero mostrando voluntad de pago en Buenos Aires.
Descarga de documentación ¿Quién le teme más al default? |