Caben dos interpretaciones frente a esta movida: a) los funcionarios intentan salir de la recesión con medidas voluntaristas, que habrán de alimentar más a la inflación y a la brecha cambiaria que al nivel de actividad; b) esta es la punta del iceberg de una serie de decisiones que intentan lograr un “overshooting” (sobre-reacción) en la cotización del “dólar blue” para después desembocar en un desdoblamiento cambiario y la creación de un segmento financiero libre. Este segundo escenario luce más racional, pero para diferenciarse del frustrado “plan primavera” de la última parte de la gestión de Alfonsín, requeriría algún tipo de compromiso fiscal por parte del gobierno, además de una confianza en el funcionamiento del mercado cambiario/financiero que hasta ahora no ha exhibido.
Descarga de documentación ¿Se esconde un plan tras la baja forzada de tasas? |