Coordinador: Jorge Vasconcelos
Editorial – Juan Manuel Garzón
Se tensan los precios de la carne en un contexto de firme demanda externa
- Los precios de la carne bovina han aumentado un 55% en los últimos 12 meses, muy por encima de la variación del nivel general de precios (37%). Esta dinámica, un ajuste en términos reales del 12%, es llamativa en términos de la fuerte crisis económica local, que incluye pérdida de empleos y caída de ingresos en términos reales en amplios segmentos de la población
- La explicación del fenómeno reside en la fortaleza de la demanda externa y en la evolución de las exportaciones, que van a otra velocidad a la que crece la producción. Mientras que las colocaciones externas se han expandido un 12,0% en primeros nueve meses, la oferta de carne ha logrado crecer sólo 1,2% respecto al 2019. Por esta asimetría, el consumo interno de carne bovina está convergiendo hacia un promedio de 50 kilos por habitante año (res con hueso), la cifra más baja en décadas
- En lo que va de noviembre (contabilizado hasta el día 17), los precios medios de la hacienda acumulan una suba de entre el 5,9% (vacas) y 8,6% (vaquillonas) respecto a octubre, en el mercado de Liniers. Se trata de variaciones muy importantes que difícilmente pasen desapercibidas en el mostrador y que anticipan un cierre de año con mucha tensión sobre los precios internos
En Foco 1 – Jorge Vasconcelos y Marcos O`Connor
La diferencia de nivel de actividad entre Brasil y la Argentina es muy amplia en el PIB, pero más acotada en el plano industrial
- Con datos hasta agosto, el EMAE del INDEC (proxy del PIB) había mostrado un retroceso de 11,9% para el acumulado de doce meses, mientras que el indicador análogo de Brasil reflejaba una caída de 2,7% para igual período
- Cuando se focaliza en el sector industrial, la diferencia de trayectoria es mucho más acotada. La serie desestacionalizada muestra para Brasil una leve variación positiva de 0,2% para setiembre de este año respecto de febrero (pre-pandemia), mientras que la Argentina todavía experimenta caída para ese período, pero de sólo 2,1%
- Para el caso de la Argentina, la diferencia entre la trayectoria del PIB y la de la Industria tiene que ver con la falta de recuperación de múltiples actividades comerciales y de servicios, reflejada en un consumo de energía de estos últimos dos sectores que para noviembre todavía se ubica al 50% del registrado en la primera semana de marzo
- Tampoco ha sido homogénea la recuperación de la industria. Productos metálicos y de la construcción incrementaron su consumo de energía un 18,4% y un 13,4%, respectivamente, entre la primer semana de marzo y la segunda de noviembre. También registraron subas de 2,2% las industrias químicas, del caucho, del plástico y otros materiales minerales no metálicos. Del otro lado, entre los sectores que redujeron su consumo de energía se encuentra la Industria de derivados del petróleo (-11,3%), Industria de la madera y el papel (-8,6%), Industria automotriz (-6,4%) y la Industria textil (-1,9%)
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