Además, de tan gastado, el slogan dejó de ser ofensivo. En este caso, sirve para ilustrar que el sector construcciones está funcionando prácticamente con un solo motor, el de la inversión pública, mientras que en el sector privado hay ventas, por la protección frente a la inflación que significan los ladrillos, pero la demanda se ubica por debajo del potencial, debido a que el motor del crédito tiene muy poco combustible. Probablemente sea necesario recurrir a préstamos hipotecarios ajustables por un indicador vinculado a salarios, porque actualmente los hogares que pueden acceder a las líneas vigentes no son más de 5 % del total.