El gobierno no está exento de responsabilidad, porque la secuencia de las medidas que fue adoptando abrió espacio a este tipo de comportamientos, pero la salud de la economía hace riesgoso “jugar en el bosque” sólo porque “el lobo no está”. Los indicadores de corto plazo son ambivalentes, no hay sólo noticias negativas, ya que repunta la recaudación impositiva asociada al mercado interno, con indicios de una inflación que puede comenzar a desacelerar a partir de mayo y un nivel de actividad que puede haber tocado piso. Sin embargo, el problema está en que sin acuerdos de gobernabilidad será difícil atraer inversiones en la magnitud que el país necesita.
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