Este cambio de la política monetaria tiene la virtud de desalentar las apuestas en una sola dirección, que fue uno de los problemas de las últimas semanas. Como se observa en el gráfico adjunto, la corrida cambiaria no produjo alteraciones en las tasas de interés del sistema, caso de las operaciones interbancarias o la remuneración a los depósitos superiores a un millón de pesos (BADLAR), salvo cada vez que se movía la tasa de política monetaria. Así, las Lebacs operaban como un “plazo fijo VIP” y no como un bono, que fluctúa en modo inverso al comportamiento de la tasa de interés.
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